lunes, 3 de diciembre de 2012


Las observaciones van para todas ustedes:
1. Hubo algo de mejoría, pero no la requerida para una habilitación.
2. Se requiere mayor preparación tanto en las bases teóricas como en la práctica.
3. En la presentación de un trabajo, se requiere calidad tanto en la forma como en el fondo.
4. Las estudiantes que tienen nota de 3.5, demuestran aún desubicación en algunos temas, desconocimiento de los documentos básicos, mala ortografía, regular redacción de los objetivos, faltan algunas evidencias.
5. Queda a su conciencia mejorar el trabajo en el futuro, para ser maestros de calidad, no cualquier maestro que aspira a serlo a medias.

ESCUELA NORMAL SUPERIOR PIO XII PUPIALES
PROGRAMA DE FORMACIÓN COMPLEMENTARIA
DIDÁCTICA DE LA LENGUA CASTELLANA
NOTAS  DE HABILITACIONES


ALTAMIRAN  BENAVIDES ERIKA  TATIANA              3.5
FUERTES  CHAMPUTIZ  GIMENA  LISBETH             3.5     
OJEDA   CALPA   VIVIANA  YAKELINE                      4.5
PALOMINO  MAYA  JESSIKA  LILIANA                       4.0
ROSERO  ACOSTA  LISSET  ESMERALDA             4.0
RUANO  YANDUN GREIS  CAROLINA                        3.5
VALLEJO  ENRIQUEZ BLANCA DEL ROSARIO       3.5

martes, 27 de noviembre de 2012

Buenas Noches
Envío los puntos para la habilitación del espacio académico de didáctica de la Lengua Castellana.

ESCUELA NORMAL SUPERIOR PIO XII-PUPIALES
II SEMESTRE DEL PROGRAMA DE FORMACIÓN COMPLEMENTARIA
HABILITACIÓN DE DIDÁCTICA DE LA LENGUA CASTELLANA
DOCENTE: LUZ MARÍA VILLA REVELO

  1. Sensibilizarse como maestro en formación de la importancia del conocimiento y dominio de la lengua materna, con el objeto de construir y aplicar estrategias pedagógicas y didácticas para la enseñanza de la lengua, con miras a hacer de la clase una aula de lengua y desarrollar en los niños y en las niñas las competencias comunicativas.

  1. Sensibilizase como, maestro en formación, en cuanto a los valores fundamentales de un maestro, de manera especial, la responsabilidad.

  1. Construir una secuencia didáctica en la cual se apliquen todos los elementos de la didáctica general, al igual que de la didáctica particular de la lengua.


  1. Orientar una miniclase, demostrando seguridad, conocimiento de la lengua, dominio del tema y aplicación  de los elementos requeridos.

  1. Entregar la secuencia didáctica completa en contenido y con excelente presentación.

            Pupiales, 27 de noviembre de 2012

domingo, 4 de noviembre de 2012

Buenos días:

Envío la secuencia didáctica y las observaciones respectivas.


LA SECUENCIA DIDÁCTICA COMO HERRAMIENTA DEL PROCESO ENSEÑANZA APRENDIZAJE EN LA ASIGNATURA DE LENGUA CASTELLANA
Una propuesta para trabajar una didáctica de la lengua, y por ende, una didáctica de la lectura y de la  escritura, son las secuencias didácticas.
Una secuencia didáctica es una herramienta para analizar e investigar la práctica pedagógica. Es un modelo para organizar la enseñanza que permite concretar la planeación de la enseñanza: objetivos, contenidos,  actividades, métodos, estrategias, contexto, medios o recursos, etc., adaptándola a la realidad específica y acompañándola de un proceso reflexivo en el que participan tanto los estudiantes, como los profesores.
Una secuencia didáctica se caracteriza por:
  • Es un pequeño ciclo de enseñanza y aprendizaje orientado a una tarea y articulado en forma de secuencia temporal.
  • Los objetivos son concretos, limitados y compartidos con el alumno.
  • Incorporan las cuatro habilidades lingüísticas (hablar, escuchar, leer y escribir) a pesar de priorizar una de ellas según los objetivos propuestos.
  • Las actividades que se realizan tienen en cuenta el contexto comunicativo.
  • Integran los diferentes tipos de evaluación: evaluación inicial, formativa y sumativa. Se da prioridad a la formativa.
  • Se observa y controla el proceso de aprendizaje desde la planeación hasta la producción final.
  • Permite introducir modificaciones en el proceso de enseñanza – aprendizaje.
  • Se organiza para periodos cortos (aproximadamente 6 a 10 horas)
Mediante la secuencia didáctica, el docente propicia que los estudiantes construyan una representación de su proceso de aprendizaje, a partir de reflexionar sobre lo que han hecho para aprender, las operaciones mentales que han puesto en juego, los valores que han vivenciado y los conocimientos que han extraído de la experiencias de aprendizaje.

ELABORE EN PRIMER UNA PORTADA, DONDE SE ANOTEN ALGUNOS DATOS COMO: INSTITUCIÓN EDUCATIVA,  ESPACIO ACADÉMICO, SEMESTRE, GRADO, MATERIA, NOMBRE DEL DOCENTE, EL NOMBRE DEL MAESTRO EN FORMACIÓN, FECHA, ENTRE OTROS.
EN ALGUNAS CASILLAS, SE REALIZAN ALGUNAS ANOTACIONES ADICIONALES, EN EL MOMENTO DE ELABORAR LA SECUENCIA DIDÁCTICA BÓRRE DICHAS ANOTACIONES.

EJEMPLO DE SECUENCIA DIDÁCTICA
TIEMPO: 5 HORAS DE CLASE
GRADOS: PRIMERO A TERCERO (TERCERO)
FACTOR: LITERATURA
ENUNCIADO IDENTIFICADOR: Comprendo textos literarios para propiciar el desarrollo de mi capacidad creativa y lúdica ( En sí es la competencias que se pretende desarrollar a través de los tres años grados )  Está tomado de los Estándares Curriculares.
OBJETIVOS:
GENERAL: Comprender y disfrutar  la lectura de  textos literarios de los tres géneros para propiciar el desarrollo de la capacidad creativa y lúdica del niño (a) mediante la selección de muestras representativas y el uso de diferentes estrategias.

ESPECÍFICOS
ü  Leer comprensivamente un cuento de la preferencia del estudiante, con buena entonación y tono de voz apropiado al auditorio y reconocer las partes del mismo: inicio, nudo y desenlace. (1ª. Hora).
ü  Dramatizar un cuento en grupo (2ª. Hora).
ü  Leer en voz alta y con excelente entonación varias  fábulas y reconocer la moraleja y la personificación (3ª. Hora).
ü  Nombrar algunas diferencias entre el cuento, la fábula y el poema (4ª. Hora).
ü  Identificar los elementos de un sainete, mediante la representación grupal de un ejemplo (5ª. Hora).

CONTENIDOS: el cuento, partes del cuento, la fábula, el poema, el sainete, la moraleja, la personificación, las obras de teatro, el trabajo en equipo, la colaboración, la entonación, etc.
MÉTODOS: Expositivo, Inductivo, Analítico, Oral, Trabajo Independiente,  Elaboración conjunta,  Juego de roles, etc.
PRIMERA HORA

OBJETIVO ESPECÍFICO No. 1: Leer comprensivamente un cuento de la preferencia del estudiante, con buena entonación y tono de voz apropiado al auditorio y reconocer las partes del mismo: inicio, nudo y desenlace. (1ª. Hora).

ESTRATEGIAS, TÉCNICAS Y ACTIVIDADES
Lectura oral, silenciosa, dinámica, la pregunta, el subrayado, el dibujo...

RECURSOS o MEDIOS DIDÁCTICOS

EVALUACIÓN
MOMENTO DE ORGANIZACIÓN DE ACTIVIDADES
Actividades de inicio (15 minutos)
ü  Oración y reflexión, llamado de lista, dinámica: “Había un vez…”.
ü  Narración de un cuento por parte de la profesora.
Actividades de desarrollo (30 minutos)
ü  Seleccionar 2 estudiantes del grupo para que narren o relaten ante el grupo un cuento de su conocimiento.
ü  Seleccionar un cuento del texto guía y realizar la lectura individual del mismo.
ü  Con base en preguntas varias determinar las partes del cuento. ¿Cuál es el inicio del cuento, quiénes comienzan el cuento?, ¿con qué continúa el cuento?, ¿cuál es el fin?, otras.
ü  El profesor explica que el cuento, como un texto narrativo, tiene tres partes y las identifica    con los niños en los cuentos leídos.
ü  El profesor hace anotar en el cuaderno de los niños un ejemplo.
Actividades de cierre (10 minutos)
ü  El profesor lee un cuento diferente y pide a los niños, que oralmente o de manera escrita identifique las partes del cuento.
ü  El profesor pide a los niños que realicen, en la casa, la lectura de un cuento diferente y dibujen el inicio, el nudo y el desenlace.
ü  También solicita que coloreen dichos gráficos.
ü  De igual manera puede solicitar a los niños, escribir las partes del cuento.

Texto guía, copias, dibujos, personajes, cuaderno, lapiceros, lápices, dinámica, colores, otros.
NOTA: Los recursos deben anexarse, especialmente de la clase que va a orientarse.

Este elemento de la didáctica busca determinar los logros del objetivo y más que cuantitativa, debe ser cualitativa. También se deben evaluar los tres saberes: conocer, hacer y ser. Aquí, por ejemplo, podría evaluarse lo siguiente:
La niña lee un cuento ante el grupo con seguridad, buen tono de voz y buena vocalización.
La niña desarrolla la capacidad de escucha a sus compañeros.
Identifica claramente las partes del cuento.
La niña entrega sus talleres completos y puntualmente.



SEGUNDA HORA
OBJETIVO ESPECÍFICO No. 2: Dramatizar un cuento en grupo (2ª. Hora)
ESTRATEGIAS, TÉCNICAS Y ACTIVIDADES


RECURSOS


EVALUACIÓN
MOMENTO DE ORGANIZACIÓN DE ACTIVIDADES

Actividades de inicio (10 minutos)

Actividades de desarrollo (20 minutos)

Actividades de finalización (15 minutos)

ü 



TERCERA HORA
OBJETIVO No. 3: Leer en voz alta y con excelente entonación varias  fábulas y reconocer la moraleja y la personificación (3ª. Hora).

ESTRATEGIAS, TÉCNICAS Y ACTIVIDADES


RECURSOS


EVALUACIÓN
MOMENTO DE ORGANIZACIÓN DE ACTIVIDADES

Actividades de inicio (10 minutos)

Actividades de desarrollo (20 minutos)

Actividades de finalización (15 minutos)



CUARTA HORA
OBJETIVO No.4: Nombrar algunas diferencias entre el cuento, la fábula y el poema (4ª. Hora).
ESTRATEGIAS, TÉCNICAS Y ACTIVIDADES
RECURSOS
EVALUACIÓN
MOMENTO DE ORGANIZACIÓN DE ACTIVIDADES
Actividades de inicio (10 minutos)

Actividades de desarrollo (20 minutos)

Actividades de finalización (15 minutos)


QUINTA HORA
OBJETIVO No. 5: Identificar los elementos de un sainete, mediante la representación grupal de un ejemplo (5ª. Hora).


ESTRATEGIAS, TÉCNICAS Y ACTIVIDADES


RECURSOS DIDÁCTICOS

EVALUACION
MOMENTO DE ORGANIZACIÓN DE ACTIVIDADES



Actividades de inicio (10 minutos)

Actividades de desarrollo (20 minutos)

Actividades de finalización (15 minutos)





DESEMPEÑOS
(ESTOS SON LOS CRITERIOS QUE INDICAN EL DESARROLLO EFICAZ DE LA COMPETENCIA)
SE REDACTAN EN TERCERA PERSONA DEL SINGULAR Y DEBEN CONTENER LOS TRES SABERES: CONOCER, HACER Y SER.
1.            Lee, con agrado, buena entonación, buena vocalización y comprensión  diferentes textos representativos de los tres géneros, reconociendo en ellos los elementos requeridos, de igual manera demuestra respeto y capacidad de escucha a sus compañeros.
BIBLIOGRAFÍA
ü  Estándares Básicos de Competencias en lenguaje
ü  Didáctica general
ü  Hipertexto de lenguaje, grado 3 de básica primaria.
ü  Libro de Fábulas de Rafael Pombo.
ü  Estrategias y Técnicas para la enseñanza de la lectoescritura.
ü  Diccionario de la Lengua Castellana.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Buenas noches queridos colegas.
Cordial saludo.
Cuelgo el documento síntesis de los Estándares Curriculares de Lengua Castellana. Por favor realizar la lectura completa, como parte del trabajo independiente, para el próximo miércoles 26 de septiembre, con base en ella formular 20 preguntas que permitan dentro de clase, visualizar, comprender y utilizar  apropiadamente los estándares básicos de competencias en Lenguaje, como la base científica de la didáctica de la lengua castellana.
Metodología a desarrollar "Pedagogía de la pregunta".
NOTA: A ALGUNOS TAMBIÉN LES ENVIÉ AL CORREO.
ALGUNOS ASPECTOS  SOBRE LOS ESTÁNDARES BÁSICOS DE COMPETENCIA EN LENGUAJE.
(Tomado de Estándares Básicos de Competencias en Lenguaje, Matemáticas, Ciencias y Ciudadanas). Documento No. 3 Ministerio de Educación Nacional.
Los Estándares Básicos de competencias constituyen uno de los parámetros de lo que todo niño, niña y joven debe saber y saber hacer para lograr el nivel de calidad esperado a su paso por el sistema educativo y la evaluación externa e interna es el instrumento por excelencia para saber qué tan lejos o tan cerca se está de alcanzar la calidad establecida con los estándares.
Los Estándares Básicos de Competencias en las áreas fundamentales del conocimiento son el producto de un trabajo interinstitucional y mancomunado entre el Ministerio de Educación Nacional y las facultades de Educación del país agrupadas en Ascofade (Aso-ciación Colombiana de Facultades de Educación) y  el concurso de muchos actores, entre los cuales se destacan maestros adscritos a instituciones de educación básica y media del país, así como de investigadores, redes de maestros, asociaciones y organizaciones académicas y científi  cas, y profesionales de varias secretarías de Educación.
Su formulación, validación y socialización se han constituido en un trabajo exigente y riguroso que consulta el saber pedagógico, la práctica escolar, la innovación e investigación educativa y pedagógica, el análisis cuidadoso y crítico de lo que reporta la evaluación, el avance del conocimiento disciplinar y su didáctica, la manera como se formularon y funcionan los estándares en otros paísesy los referentes con los que cuenta el sistema educativo nacional en su conjunto, entre ellos los lineamientos curriculares para las áreas.
Un estándar es un criterio claro y público que permite juzgar si un estudiante, una institución o el sistema educativo en su conjunto cumplen con unas expectativas  comunes de calidad. Expresa una situación deseada en cuanto a lo que se espera que todos los estudiantes aprendan en cada una de las áreas a lo largo de su paso por la Educación Básica y Media, especificando por grupos de grados (1 a 3, 4 a 5, 6 a 7, 8 a 9, y 10 a 11) el nivel de calidad que se aspira a alcanzar.

¿Por qué estándares básicos de competencias?
La concepción que animó la formulación de los lineamientos y los estándares fue superar de visiones tradicionales que privilegiaban la simple transmisión y memorización de contenidos, en favor de una pedagogía que permita a los y las estudiantes comprender los conocimientos y utilizarlos efectivamente dentro y fuera de la escuela, de acuerdo con las exigencias de los distintos contextos.
Lo que en últimas se busca con el proceso educativo es el desarrollo de un conjunto de competencias cuya complejidad y especialización crecen en la medida en que se alcanzan mayores niveles de educación. La noción de competencia, históricamente re-ferida al contexto laboral, ha enriquecido su significado en el mundo de la educación en donde es entendida como saber hacer en situaciones concretas que requieren la aplicación creativa, flexible y responsable de conocimientos, habilidades y actitudes.
En tal sentido, los estándares son unos referentes que permiten evaluar los niveles de desarrollo de las competencias que van alcanzando los y las estudiantes en el transcurrir de su vida escolar. Una competencia ha sido defi nida como un saber hacer flexible que puede actualizarse en distintos contextos, es decir, como la capacidad de usar los conocimientos en situaciones distintas de aquellas en las que se aprendieron. Implica la comprensión del sentido de cada actividad y sus implicaciones éticas, sociales, económicas y políticas.
Cabe anotar que las competencias son transversales a las áreas del currículo y del conocimiento. Aunque generalmente se desarrollan a través del trabajo concreto en una o más áreas, se espera que sean transferidas a distintos ámbitos de la vida académica, social o laboral. El desarrollo de las competencias está en el centro del quehacer de las instituciones educativas desde el preescolar, y constituye el núcleo común de los currículos en todos los niveles educativos. Los currículos por competencias hacen posible la integración de los distintos niveles educativos, así como las diversas ofertas institucionales, bajo un concepto de educación permanente, que se inicia en la primera infancia y continúa a lo largo de la vida, aun después de que los individuos finalizan su escolarización.
Si bien los estándares hacen énfasis en las competencias más que en los contenidos temáticos, no los excluyen. La competencia no es independiente de los contenidos temáticos de un ámbito del saber qué, del saber cómo, del saber por qué o del saber para qué, pues para el ejercicio de cada competencia se requieren muchos conocimientos, habilidades, destrezas, comprensiones, actitudes y disposiciones específicas del dominio de que se trata, sin los cuales no puede decirse que la persona es realmente competente en el ámbito seleccionado.
Por ello, para que una persona pueda mostrarle a alguien que tiene una competencia, no basta mostrarle que tiene los conocimientos necesarios, ni que posee las habilidades, ni que tiene las comprensiones, actitudes y disposiciones, si no los relaciona y organiza en función de un desempeño
flexible, eficaz y con sentido.

Es conveniente aclarar que un estándar no es un objetivo, una meta o un propósito. Una vez fijado un estándar, proponerse alcanzarlo o superarlo sí se convierte en un objetivo, una meta o un propósito, pero el estándar en sí mismo no lo es. Un estándar tampoco es un logro. Una vez fijado un estándar, haberlo alcanzado o superado sí es un logro.

El PEI define igualmente los énfasis de la institución y orienta la forma como se planifican, desarrollan y valoran sus propósitos educativos, los cuales a su vez se insertan en el proyecto de Nación, tal como lo exige nuestra Constitución Política. Los estándares desafían a las instituciones educativas a integrar y desarrollar los fines y referentes comunes de la educación en su propuesta educativa para que los estudiantes atendidos encuentren allí  contenidos, métodos, estrategias, orientaciones orientadas al contexto y orientados a desempeños flexibles, eficaces y con sentido de sus conocimientos, comprensiones, actitudes y disposiciones.
Una vez alcancen esa claridad podrán desplegar exitosamente su creatividad y saber pedagógico para que todos sus estudiantes tengan múltiples oportunidades de aprender lo que tienen que aprender y desarrollar las competencias hasta alcanzar o superar los estándares relacionados con ella, de tal suerte que puedan utilizar con sentido y con pertinencia en sus actividades cotidianas lo aprendido y lo reflejen en las evaluaciones internas del curso o en las pruebas externas censales y muestrales que intentan evaluarla.
Desde el punto de vista de la opción pedagógica, el compromiso con el desarrollo de competencias no deja duda sobre la necesidad de promover activamente estrategias y perspectivas que privilegien a un estudiante que construye su conocimiento, a un docente que enseña con sentido para sí mismo y para sus estudiantes, a un aula donde niñas, niños y jóvenes comprenden lo que se les enseña y son capaces de transferirlo a distintos contextos, a unos educandos creativos y activos, a unos docentes conoce-dores de su disciplina, que también construye conocimiento, y que es capaz de hacer avanzar el desarrollo de las competencias en sus estudiantes hacia niveles cada vez más altos.
LA ESTRUCTURA DE LOS ESTÁNDARES BÁSICOS DE COMPETENCIAS
Las competencias se desarrollan a lo largo de la vida, y es función del sistema educativo aportar a su desarrollo para alcanzar la calidad deseada contando, con criterios claros y públicos que permitan establecer si se están alcanzando o no los niveles que como sociedad nos hemos propuesto. Los estándares están formulados de forma que sea posible orientar a las instituciones educativas a definir los planes de estudio por área y por grado, buscando el desarrollo de las competencias en el tiempo con el fin de permitir un desarrollo integrado y gradual a lo largo de los diversos niveles de la educación, los estándares de cada área se expresan en una secuencia de complejidad creciente y se agrupan en grupos de grados, estableciendo lo que los estudiantes deben saber y saber hacer al finalizar su paso por ese grupo de grados, así: de primero a tercero, de cuarto a quinto, de sexto a séptimo, de octavo a noveno, y de décimo a undécimo. Ello no significa que no se puedan superar. Es tarea de todas las instituciones educativas velar por que sus planes de estudio y las estrategias que se empleen contemplen, como mínimo, el logro de estos estándares en dichos grupos de grados y ojalá los superen conforme a las particularidades de sus proyectos educativos institucionales y sus orientaciones pedagógicas.



COHERENCIA VERTICAL
Esta organización secuencial que atiende a grupos de grados supone que aquellos estándares de un grado involucran los del grupo anterior, con el fi n de garantizar el desarrollo de las competencias, en afinidad con los procesos de desarrollo biológico y psicológico  del estudiante. Es en este sentido que se habla de una coherencia vertical.


COHERENCIA HORIZONTAL
De otra parte, cada uno de los equipos de expertos estructuró los estándares para su área conforme a desarrollos propios sobre dicha disciplina y sus procesos de enseñanza, plasmados en su mayoría en los Lineamientos Curriculares. Así, por ejemplo, todos ellos acudieron a unos ejes o factores articuladores que les permiten precisar los estándares.
Ahora bien, lo que verdaderamente hace posible desarrollar las competencias en su plena expresión, es la generación de situaciones de aprendizaje significativas en donde la formulación de problemas y la búsqueda de respuestas a ellas, la valoración de los saberes previos, el estudio de referentes teóricos, las preguntas constantes, el debate argumentado, la evaluación permanente, sean ingredientes constitutivos de toda práctica pedagógica.
EL PORQUÉ DE LA FORMACIÓN EN LENGUAJE
¿Realmente se tiene claro por qué es tan importante ser competente lingüísticamente para desempeñarse en la vida? Determinar el papel que cumple el lenguaje en la vida de las personas, como individuos y como miembros de un grupo social,  permitirá exponer someramente cuál es la perspectiva conceptual que fundamenta los Estándares Básicos de Competencias del Lenguaje.
Para empezar, se hace necesario reconocer que el lenguaje es una de las capacidades que más ha marcado el curso evolutivo de la especie humana. En efecto, gracias a él los seres humanos han logrado crear un universo de signifi cados  que ha sido vital para buscar respuestas al porqué de su existencia (tal es el valor que, por ejemplo, poseen los mitos); interpretar el mundo y transformarlo conforme a sus necesidades (así, la ciencia y la tecnología no podrían existir sin el uso de sistemas simbólicos); construir nuevas realidades (¡qué tal los mundos soñados por García Márquez o Julio Verne!); establecer acuerdos para poder convivir con sus congéneres (piénsese, por ejemplo, en la Constitución Política de Colombia); y expresar sus sentimientos a través de una carta de amor, una pintura o una pieza de teatro.


EL DOBLE VALOR DEL LENGUAJE
Según lo anterior, el lenguaje se constituye en una capacidad esencial del ser humano, la cual se caracteriza por poseer un doble valor: uno, subjetivo, y otro, social, resultan-te de asumir al ser humano desde una doble perspectiva: la individual y la social.
El lenguaje tiene un valor subjetivo para el ser humano, como individuo, en tanto se constituye en una herramienta cognitiva que le permite tomar posesión de la realidad, en el sentido de que le brinda la posibilidad de diferenciar los objetos entre sí, a la vez que diferenciarse frente a estos y frente a los otros individuos que lo rodean, esto es, tomar conciencia de sí mismo.
Es claro que el lenguaje es la capacidad humana por excelencia, que lleva al ser humano a apropiarse conceptualmente de la realidad que lo circunda y ofrecer una representación de esta conceptualización por medio de diversos sistemas simbólicos. Así, lo que el individuo hace, gracias al lenguaje, consiste en relacionar un contenido (la idea o concepto que construye de fl or o de triángulo, por ejemplo) con una forma (una palabra, un dibujo, una caracterización corporal) con el fi n de representar dicho contenido y así poder evocarlo, guardarlo en la memoria, modificarlo o manifestarlo cuando lo desee y requiera.
Además de este valor subjetivo, el lenguaje posee una valía social para el ser humano, en la perspectiva de ser social, en la medida en que le permite establecer y mantener las relaciones sociales con sus semejantes, esto es, le posibilita compartir expectativas, deseos, creencias, valores, conocimientos y, así, construir espacios conjuntos para su difusión y permanente transformación.
En cuanto a su valor social, el lenguaje se torna, a través de sus diversas manifestaciones, en eje y sustento de las relaciones sociales. Gracias a la lengua y la escritura, por ejemplo, los individuos interactúan y entran en relación unos con otros con el fin de intercambiar significados, establecer acuerdos, sustentar puntos de vista, dirimir diferencias, relatar acontecimientos, describir objetos. En fin, estas dos manifestaciones del lenguaje se constituyen en instrumentos por medio de los cuales los individuos acceden a todos los ámbitos de la vida social y cultural.
Según esto, se reconoce que la capacidad del lenguaje le brinda a los seres humanos la posibilidad de comunicarse y compartir con los otros sus ideas, creencias, emociones y sentimientos por medio de los distintos sistemas sígnicos que dicha capacidad permite generar para cumplir con tal fin. Así, a través de un proceso de acción intersubjetiva –es decir, de intercambio de significados subjetivos–, los individuos participan en contextos sociales particulares e interactúan con otros, compartiendo puntos de vista, intercam-biando opiniones, llegando a consensos o reconociendo diferencias, construyendo cono-cimientos, creando arte, en fi n, propiciando una dinámica propia de la vida en comunidad y construyendo el universo cultural que caracteriza a cada grupo humano.

En síntesis, resulta imprescindible reconocer que estos valores del lenguaje (subjetivo y social) se encuentran íntimamente ligados y le otorgan un carácter transversal que influye en la vida del individuo y de la sociedad. Por esta razón resulta inoficioso separar los planos socio-cultural e individual, excepto cuando ello se hace para efectos de su estudio.
DIFERENTES MANIFESTACIONES DEL LENGUAJE
Consecuente con lo que se ha expuesto, en la propuesta que se presenta, se asume una concepción amplia de lenguaje que comprende, por una parte, el lenguaje verbal –que abarca a su vez las diferentes lenguas que existen– y, por otra parte, el lenguaje no verbal, en el que se ubican los demás sistemas simbólicos creados por las comunidades humanas para conformar sentidos y para comunicarlos: la música, los gestos, la escritura, la pintura, la escultura, entre otras opciones.
Por tanto, son las múltiples manifestaciones del lenguaje, y no solamente la lengua, las que le brindan a las personas la posibilidad de apropiarse del entorno e intervenir sobre la realidad social de formas muy ricas, diversas y complejas.
LA ACTIVIDAD LINGÜÍSTICA: COMPRENSIÓN Y PRODUCCIÓN
Dentro de las distintas manifestaciones de la actividad lingüística, sean de naturaleza verbal o no verbal, se dan dos procesos: la producción y la comprensión. La producción  hace referencia al proceso por medio del cual el individuo genera significado, ya sea con el fi n de expresar su mundo interior, transmitir información o interactuar con los otros. Entre tanto, la comprensión tiene que ver con la búsqueda y reconstrucción del significado y sentido que implica cualquier manifestación lingüística.  Estos dos procesos –comprensión y producción– suponen la presencia de actividades cognitivas básicas como la abstracción, el análisis, la síntesis, la inferencia, la inducción, la deducción, la comparación, la asociación. Así entonces, una formación en lenguaje que presume el desarrollo de estos procesos mentales en interacción con el contexto socio-cultural, no sólo posibilita a las personas la inserción en cualquier contexto social, sino que interviene de manera crucial en los procesos de categoriza-ción del mundo, de organización de los pensamientos y acciones, y de construcción de la identidad individual y social.
De igual modo, a través de sus diversas manifestaciones, el lenguaje se constituye en un instrumento esencial de conocimiento, en tanto representa una puerta de entrada para la adquisición de nuevos saberes. Por ejemplo, cuando el individuo interactúa con el texto de algún autor o intercambia ideas con otros, construye nuevos conocimientos, en lo personal y en lo social.
De ahí que estos estándares se orienten hacia el desarrollo y el dominio de las capacidades expresivas y comprensivas de los estudiantes –tanto en lo verbal como en lo no-verbal– que les permitan, desde la acción lingüística sólida y argumentada, interactuar activamente con la sociedad y participar en la transformación del mundo.

LAS GRANDES METAS DE LA FORMACIÓN EN LENGUAJE
La formación en lenguaje se orienta hacia el enriquecimiento de seis dimensiones.
La comunicación
El lenguaje tiene una valía social, pues muchas de sus posibles manifestaciones, en especial la lengua, se constituyen en instrumentos por medio de los cuales los individuos dan forma y mantienen sus relaciones interpersonales, sustento y eje de la vida en comunidad.
Así, formar en lenguaje para la comunicación supone formar individuos capaces de interactuar con sus congéneres, esto es, relacionarse con ellos y reconocerse (a la vez que reconocerlos) como interlocutor capaz de producir y comprender significados, de forma solidaria, atendiendo a las exigencias y particularidades de la situación comunicativa. Esto es, ayudar a la formación de un individuo capaz de ubicarse claramente en el contexto de interacción en el que se encuentra y estar en capacidad de identificar en éste los códigos lingüísticos que se usan, las características de los participantes en el evento comunicativo, el propósito que los orienta y, en conformidad con ello, interactuar.
La transmisión de información
Además de posibilitar la relación intersubjetiva, las manifestaciones del lenguaje permiten que los individuos puedan llevar información nueva a los otros. De acuerdo con esto, sistemas como la lengua, la pintura, el cine, la literatura, la matemática, entre otros, le brindan al individuo la opción de transmitir informaciones (conceptos, datos, cifras, concepciones ideológicas,
hipótesis, teorías…) acerca de la realidad, natural o cultural, sea perceptible o no, de tal forma que se convierten en medios que permiten la formalización del conocimiento que la inteligencia humana ha ido construyendo, a la vez que permiten tener acceso al mismo.
La representación de la realidad
El lenguaje permite organizar y darle forma simbólica a las percepciones y conceptualizaciones que ha adelantado el individuo, pues a través del lenguaje –y gracias a la memoria– puede construir y guardar una impronta conceptual de la realidad, organizada y coherente, que constituye el universo del signifi cado y del conocimiento que tiene de la realidad.
La expresión de los sentimientos y las potencialidades estéticas
Como se dijo, el lenguaje permite la creación de una representación conceptual de la realidad y, a la vez, ofrece la oportunidad de darle forma concreta a dicha representación, ya sea de manera tendiente a la “objetividad” como, por ejemplo, en el discurso técnico y científico, o de manera “subjetiva”, con lo cual surgen, entre otras, las expresiones emotivas y artísticas. Así, diversas manifestaciones del lenguaje le brindan al individuo la posibilidad de expresar sus sentimientos más personales, en modalidades como el diario íntimo, la literatura, la pintura, la música, la caricatura, el cine, la escultura.
El ejercicio de una ciudadanía responsable
Este ejercicio es viable a través del lenguaje, porque con él los seres humanos expresan la visión que han construido del mundo, del entorno, de su forma de relacionarse con éste y con sus congéneres, lo cual supone usos del lenguaje en los que una ética de la comunicación propicia la diversidad, el encuentro y el diálogo de culturas, a la vez que se constituye en cimiento de la convivencia y del respeto, pilares de la formación ciudadana.
Es apremiante que los estudiantes, desde una perspectiva ética de la comunicación, desarrollen su capacidad de emplear el lenguaje para construir nuevos acuerdos, a partir de dar a todos los involucrados en la actividad comunicativa la posibilidad de expresar sus opiniones, sus posturas, sus argumentos.
El sentido de la propia existencia.
Al poseer el lenguaje un doble valor (subjetivo y social), se constituye en una herramienta que repercute en la formación de individuos autónomos, capaces de pensar, construir, interpretar y transformar su entorno, haciendo valer su condición de seres humanos únicos y diferenciados, aunque iguales a los demás en derechos, responsabilidades y potencialidades.
Según las metas que aquí se han esbozado, formar en lenguaje plantea el reto de propiciar el desarrollo de las competencias que requieren las y los estudiantes para participar con éxito en las situaciones comunicativas que le ofrecen a diario la institución educativa, la región, el país y el mundo, teniendo presente que ser competente en lenguaje supone tanto el manejo de unos saberes referidos al sistema lingüístico, la producción y la comprensión textual, los contextos y la intencionalidad de los interlocutores, los universos emocionales de quienes se comunican, la cultura propia y las construidas por otros seres humanos, y los recursos ideológicos de que hace uso toda elaboración de discurso, como la adopción de una postura ética frente al discurso, los contextos y los individuos.
Cómo orientar la formación en lenguaje en la Educación Básica y Media
Son muchos los caminos que maestros, lingüistas, literatos, comunicadores y demás ex-pertos en el área han trazado para orientar la formación en lenguaje de los y las estudian-tes colombianos. Estos caminos toman forma a través de diversas acciones que se han venido adelantando en las últimas décadas, alrededor de la investigación en el área: el enfoque semántico-comunicativo en los años 80, la definición de Lineamientos Curriculares (1998) y de Indicadores de Logro Curriculares (1996), así como la reflexión crítica que profesores de lenguaje han venido haciendo a través de diferentes colectivos de trabajo.


Tres campos fundamentales en la formación en lenguaje para la Educación Básica y Media: una pedagogía de la lengua castellana, una pedagogía de la literatura y una pedagogía de otros sistemas simbólicos.
La pedagogía de la lengua castellana
Para poder desarrollar cabalmente las competencias que permiten a los estudiantes comunicarse, conocer e interactuar con la sociedad, desde este campo se considera que la actividad escolar debe contemplar no solamente las características formales de la lengua castellana (como tradicionalmente ha sido abordada) sino, y ante todo, sus particularidades como sistema simbólico.
Lo anterior requiere tomar en consideración sus implicaciones en los órdenes cognitivo, pragmático, emocional, cultural e ideológico. Así, la pedagogía de la lengua castellana centra su foco de atención e interés en el desarrollo de la competencia  comunicativa de los estudiantes, en el sentido de que estén en condiciones de identificar el contexto de comunicación en el que se encuentran y, en consecuencia, saber cuándo hablar, sobre qué, de qué manera hacerlo, cómo reconocer las intenciones que subyacen a todo discurso, cómo hacer evidentes los aspectos conflictivos de la comunicación, en fi n, cómo actuar sobre el mundo e interactuar con los demás a partir de la lengua y, desde luego, del lenguaje. De lo que se trata, entonces, es de enriquecer el desempeño social de los y las estudiantes mediante el empleo de la lengua castellana en los diferentes contextos en que ellos lo requieran.
Según lo dicho, se propende por un trabajo en lengua castellana que mantenga el propósito de superar los enfoques reduccionistas de corte estructural, normativo y formalista que restringen el desarrollo de competencias de los estudiantes, e impulsar así un enfoque que siga propiciando la potenciación de múltiples formas de comprensión y de producción discursivas desde una perspectiva holística.
Ello no significa dejar de lado el trabajo en el campo gramatical, que tanto peso ha tenido en la enseñanza de la lengua en nuestro país; significa estudiar la lengua desde una perspectiva discursiva y llevar a cabo un acercamiento a los fenómenos gramaticales en que se hacen evidentes: a) las necesidades cognitivas del estudiante; b) el estudio de la gramática desde las exigencias que plantee la construcción de discurso y, c) los aportes que la gramática ofrece para la concreción de los procesos de significación y de comunicación.
La pedagogía de la literatura
Por su parte, la pedagogía de la literatura obedece a la necesidad de consolidar una tradición lectora en las y los estudiantes a través de la generación de procesos sistemáticos que aporten al desarrollo del gusto por la lectura, es decir, al placer de leer poemas, novelas, cuentos y otros productos de la creación literaria que llenen de significado la experiencia vital de los estudiantes y que, por otra parte, les permitan enriquecer su dimensión humana, su visión de mundo y su concepción social a través de la expresión propia, potenciada por la estética del lenguaje.
Pero, al mismo tiempo que se busca el desarrollo del gusto por la lectura, se apunta a que se llegue a leer entre líneas, a ver más allá de lo evidente, para poder así reinterpretar el mundo y, de paso, construir sentidos transformadores de todas las realidades abordadas. Se busca entonces desarrollar en el estudiante, como lector activo y comprometido, la capacidad de formular juicios sustentados acerca de los textos, esto es, interpretarlos y valorarlos en su verdadera dimensión.
Según lo expuesto, la formación en literatura busca también convertir el goce literario en objeto de comunicación pedagógica para incidir en el desarrollo de competencias relacionadas con lo estético, lo emocional, lo cultural, lo ideológico, lo cognitivo y lo Según lo expuesto, la formación en literatura busca también convertir el goce literario en objeto de comunicación pedagógica para incidir en el desarrollo de competencias relacionadas con lo estético, lo emocional, lo cultural, lo ideológico, lo cognitivo y lo pragmático.
De allí que se propenda por una pedagogía de la literatura centrada básicamente en la apropiación lúdica, crítica y creativa de la obra literaria por parte del estudiante; es decir, se espera que conozca el texto, lo lea, lo disfrute, haga inferencias, predicciones, relaciones y, finalmente, interpretaciones. Pero también se espera que ese contacto con la literatura le permita explorar, enriquecer y expresar la dimensión estética de su propio lenguaje. Para ello, se parte del criterio de leer todo tipo de textos, de cualquier época, región, autor, género y temática, pues lo más importante en este campo es lo que, desde el papel del docente, se pueda hacer con la obra literaria, y no tanto “qué tipo de texto leer”; es decir, se pretende que se lea la obra con una perspectiva de análisis que favorezca el desarrollo de procesos psicológicos superiores como los implicados en el pensamiento, la creatividad y la imaginación.
Si bien el objetivo apunta al desarrollo de una tradición lectora que aporte a la comprensión, interpretación y disfrute del texto literario, también se debe estimular la capacidad productiva de los estudiantes, es decir, estimular y propiciar la escritura con intención literaria: cuentos, socio-dramas, poemas, ensayos, etc. De tal forma que puedan expresar sus formas particulares de sentir, ver y recrear el mundo, a la vez que desarrollen su producción escrita, teniendo en cuenta que el texto literario aporta al mejoramiento de las capacidades expresivas, imaginativas y cognitivas de los estudiantes.
La pedagogía de otros sistemas simbólicos
Como se ha dicho, la capacidad del lenguaje posibilita la conformación de sistemas simbólicos para que el individuo formalice sus conceptualizaciones. Estos sistemas tienen que ver con lo verbal (lengua castellana, para este caso) y lo no verbal (gestualidad, cine, video, radio comunitaria, graffiti, música, pintura, escultura, arquitectura, entre muchas otras opciones), sistemas estos que se pueden y deben abordar y trabajar en el ámbito escolar, si se quiere en realidad hablar de una formación en lenguaje.

Según ello, formar en lenguaje implica avanzar también en el conocimiento de otros sistemas que le permitan al individuo expresar sus ideas, deseos y sentimientos e interactuar con los otros seres de su entorno. Esto quiere decir que se hace necesario trabajar en la comprensión y producción de los distintos aspectos no verbales: proxémicos, o manejo del espacio con intenciones signifi cativas; kinésicos, o lenguaje corporal; prosódicos, o significados generados por el uso de entonaciones, pausas, ritmos, etc. Estos aspectos se deben abordar puesto que se emplean y forman parte de las representaciones y procesos comunicativos. Así, pues, se busca desarrollar y potenciar la competencia simbólica de los y las estudiantes, con el fi n de que reconozcan las características y los usos de los sistemas no verbales y el papel que estos juegan en los procesos lingüísticos, ya sean de representación conceptual o de interacción, y su incidencia en los procesos de organización social, cultural e ideológica.
La complejidad del desarrollo del lenguaje
Una adecuada formación ha de tener presente que las competencias en lenguaje se relacionan de manera estrecha con el desarrollo evolutivo de los estudiantes y, por supuesto, varían de acuerdo con la infinidad de condiciones que ofrece el contexto cultural del cual forman parte y participan.
El desarrollo de las competencias en lenguaje es un proceso que se inicia desde el momento mismo de la gestación y acompaña al individuo toda la vida. Cuando los infantes llegan al primer grado de Educación Bási-ca cuentan ya con una serie de saberes que no pueden ser ignorados en la labor pedagógica. La investigación educativa y la práctica misma de muchos docentes han permitido establecer que en los primeros grados es importante enfatizar en el uso del lenguaje, a través de sus manifestaciones orales y escritas, acompañado del enriquecimiento del vocabulario, de unos primeros acercamientos a la literatura a través del proceso lector, así como de la aproximación creativa a diferentes códigos no verbales, con miras a la comprensión y recreación de estos en diversas circunstancias.
Grados más adelante conviene incursionar en procesos que conducen al conocimiento y manejo de algunas categorías gramaticales, tanto en la producción como en la comprensión de textos, afianzando la utilización –en diferentes contextos– del vocabulario que ha ido adquiriendo el estudiante. En lo que respecta a la literatura, el énfasis podrá hacerse en el acercamiento a las diferentes formas de producción literaria, reconociendo en ellas algunos de sus rasgos característicos.
En cuanto a los lenguajes no verbales, se puede incrementar el acercamiento analítico a sistemas simbólicos diferentes a la lengua y la literatura, con miras a entender su funcionamiento comunicativo.



Posteriormente, se sugiere ahondar en la consideración de herramientas cognitivo lingüísticas que procuran el inicio de procesos discursivos de carácter argumentativo, lo que implica un acercamiento mayor a las características de la lengua, así como a los aspectos relevantes de la comunicación en el marco de la diversidad cultural.
En el campo de la literatura, es el momento de impulsar procesos en los que se conjuguen el placer de leer con los rasgos más relevantes de la producción literaria. En cuanto a los códigos no verbales, se puede hacer mayor énfasis en la comprensión de aspectos culturales y sociales que los fundamentan.
Después, resulta pertinente reconocer con mayor precisión la importancia que tiene el lenguaje como capacidad humana, profundizar más en la consideración del estudio de la lengua en sus niveles básicos como una herramienta que posibilita mayor riqueza en su uso y avanzar en la producción del discurso argumentado, así como en la comprensión de textos de mayor complejidad. En lo que respecta a la literatura, se puede trabajar en un reconocimiento mayor del valor cultural y estético de las obras literarias a partir de una lectura creativa, crítica y analítica de las mismas.
En relación con el lenguaje no verbal, se amplía el trabajo en la dirección de encontrar opciones interpretativas que enriquezcan la capacidad crítica de los y las estudiantes.
El desarrollo de las competencias en lenguaje es un proceso que se inicia desde el momento mismo de la gestación y acompaña al individuo toda la vida.
En la Educación Media se recomienda profundizar en la consolidación de una actitud crítica del estudiante a través de la producción discursiva (oral y escrita) y un mayor conocimiento de la lengua castellana, de manera que le permita adecuarla a las necesidades que demandan el interlocutor y el contexto comunicativo. Esta actitud crítica se puede fortalecer, también, en el abordaje de la obra literaria. En lo referido al lenguaje no verbal se puede procurar el fortalecimiento de la expresión crítica y argumentada de interpretaciones que aborden los aspectos culturales, éticos, afectivos e ideológicos de la información que circula a través de diferentes medios.
Es importante no olvidar que estos procesos constituyen tan solo un referente que puede potenciar el desarrollo lingüístico, comunicativo y cognitivo de los estudiantes en el transcurso de su paso por la escolaridad, el cual debe articularse con las características particulares de los estudiantes en las diferentes regiones del territorio colombiano, así como con las necesidades y propósitos que cada institución ha identificado y definido en su Proyecto Educativo Institucional.
Situaciones de aprendizaje propicias para el desarrollo del lenguaje
El trabajo pedagógico que se adelante en el área debe incluir la generación de experiencias significativas para los estudiantes en las que se promueva la exploración y el uso de las diferentes manifestaciones del lenguaje –verbales y no verbales–, de tal forma que las asuman e incorporen, de manera consciente, intencional y creativa, en sus interacciones cotidianas y con diferentes fines: descriptivos, informativos, propositivos, expresivos, recreativos, argumentativos, entre otros.
Para ello es importante propiciar el manejo de los recursos propios de cada sistema sígnico, sea este la lengua, la pintura, la música, la caricatura, el cine, etc. Así, por ejemplo, en el caso del código verbal, conviene aproximar a las y los estudiantes al manejo de recursos extraverbales, antes mencionados, tales como los proxémicos, los kinésicos y los prosódicos, que se constituyen en elementos importantes a la hora de sostener una conversación o realizar una exposición, entre otras actividades ver-bales.
De igual manera, la formación en lenguaje implica propiciar situaciones en donde tengan cabida los procesos de producción y comprensión implicados en la actividad lingüística. Podemos hablar entonces de la producción y la comprensión oral, la comprensión y la producción escrita, así como la producción y la comprensión de los demás sistemas sígnicos, atendiendo al principio que plantea que el ser humano constantemente está interactuando con significados, ya sea en calidad de productor (emisor) o de intérprete (receptor) de estos.
En este orden de ideas, la producción de lenguaje no sólo se limita a emitir texto orales o escritos, sino iconográficos, musicales, gestuales, entre otros. Así mismo, la comprensión lingüística no se restringe a los textos orales o escritos, sino que se lee y, en consecuencia, se comprende todo tipo de sistemas sígnicos, comprensión que supone la identificación del contenido, así como su valoración crítica y sustentada.
En suma, se puede afirmar que estimular la producción y la comprensión delos diferentes sistemas simbólicos mediante la generación de experiencias enriquecedoras de aprendizaje les brindará a los y las estudiantes la oportunidad de construir y expresar significados, de comprender y recrear el mundo.
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Por otra parte, cabe anotar que los Estándares Básicos de Competencias del Lenguaje hacen énfasis en la ética de la comunicación como un factor transversal, de lo cual se infiere una propuesta didáctica orientada a la formación de sujetos participativos, críticos y constructores de cualquier tipo de conocimiento, si –en consonancia con los Lineamientos Curriculares de Lengua Castellana– se apunta a la consolidación de una “cultura de la argumentación en el aula”y en la escuela, de tal forma que éstas se conviertan en el espacio en el que los interlocutores con acciones pedagógicas mancomunadas transforman las visiones, concepciones y haceres que se tienen frente al poder, al saber y al ser en todas sus dimensiones.




Una sociedad más igualitaria tendrá razón de ser en el momento en que los individuos puedan justificar sus saberes y cuestionar racionalmente los saberes propios y los de los demás. Y una didáctica de la argumentación puede ser uno de los caminos más expeditos para la transformación de las prácticas pedagógicas y, por ende, de la sociedad en pleno.
La estructura de los Estándares Básicos de Competencias del lenguaje
Producción textual, Comprensión e interpretación textual, Literatura Medios de comunicación y otros sistemas simbólicos y  Ética de la comunicación.

 
De acuerdo con los referentes expuestos hasta aquí, el lector encontrará que los estándares han sido definidos por grupos de grados (1 a 3, 4 a 5, 6 a 7, 8 a 9, y 10 a 11) a partir de cinco factores de organización que identifican las columnas de los cuadros que aparecen más adelante. Ellos son:



Cabe anotar que el factor denominado Literatura supone un abordaje de la perspectiva estética del lenguaje. Como se dijo anteriormente, la Ética de la comunicación es un aspecto de carácter transversal que deberá abordarse en relación solidaria con los otros cuatro factores; a su vez, la gramática y el desarrollo cognitivo subyacente aparecen de forma implícita en todos los factores.
Con esta organización de los estándares se recogen de manera holística los ejes propuestos en los Lineamientos para el área y se fomenta el enfoque interdisciplinario y autónomo por el que propugnan estos últimos. De esta manera, se proponen estándares que activen en forma integral los procesos a que aluden los ejes de los lineamientos, y que son:
(1) procesos de construcción de sistemas de significación;
(2) procesos de interpretación y producción de textos;
 (3) procesos culturales y estéticos asociados al lenguaje: el papel de la literatura;
(4) principios de interacción y procesos culturales implicados en la ética de la comunicación y;
(5) procesos de desarrollo del pensamiento.
Factores, estándares y subprocesos
Cada uno de los estándares del lenguaje tiene una estructura conformada por un enunciado identificador y unos subprocesos que evidencian su materialización, a partir de los cinco factores a los que se ha hecho referencia.
En el enunciado identificador del estándar se exponen un saber específico y una finalidad inmediata y/o remota de ese saber, lo que a su vez constituye el proceso que se espera lleve a cabo el estudiante una vez se hayan dado las condiciones pedagógicas necesarias para su consolidación.
En los subprocesos básicos se manifiesta el estándar y aunque no son los únicos sí  un niño, niña o joven cumplen el papel de ser referentes básicos del proceso que puede adelantar un niño, niña o joven en su formación en lenguaje.
Ejemplo de estándar: grados de primero a tercero
FACTOR
ENUNCIADO IDENTIFICADOR
SUBPROCESOS
Producción textual
Produzco textos escritos que responden a
diversas necesidades comunicativas.

Para lo cual,
•  Determino el tema, el posible lector de mi texto y el propósito comunicativo que me lleva a producirlo.
•  Elijo el tipo de texto que requiere mi propósito comunicativo.
•  Busco información en distintas fuentes: personas, medios de comunicación y libros, entre otras.
•  Elaboro un plan para organizar mis ideas.
•  Desarrollo un plan textual para la producción de un texto descriptivo.
•  Reviso, socializo y corrijo mis escritos, teniendo en cuenta las pro-
puestas de mis compañeros y profesor, y atendiendo algunos aspectos gramaticales (concordancia, tiempos verbales, pronombres) y
ortográficos (acentuación, mayúsculas, signos de puntuación) de la lengua castellana.


Téngase en cuenta que pueden y deben enriquecerse a partir de los intereses del estudiante, las características de la institución, las necesidades de la región, la creatividad del maestro, etc.
La secuencialidad de los estándares
Por otra parte, los Estándares Básicos de Competencias del Lenguaje están organizados de manera secuencial, atendiendo a grupos de grados, de tal forma que los de un grupo de grados involucran los del grupo anterior, con el fin de garantizar el desarrollo de las competencias de lenguaje, en afinidad con los procesos de desarrollo biológico y psicológico del estudiante.
La estructura definida permite una lectura vertical y horizontal de los estándares, así como la comprensión de su relación con el conjunto de grupos de grados y la organización temática y conceptual de cada estándar.
En lo conceptual, los estándares propuestos en el área de lenguaje para cada grupo de grados presuponen unos conocimientos construidos en los grados anteriores, lo cual permite verlos como secuenciales, no sólo de un grado a otro, sino de un grupo a otro, atendiendo requerimientos de orden cognitivo y buscando potenciar el desarrollo de los ejes propuestos en los Lineamientos Curriculares, sin aislarlos, más bien interrelacionándolos en forma adecuada para alcanzar los objetivos propuestos por este documento.
Esta secuencialidad puede entenderse de la siguiente manera en este ejemplo:
En relación con la producción textual, en la siguiente tabla se observa la secuencialidad a la que se hace alusión, la cual es evidente no sólo en los enunciados de los están-dares, sino –y ante todo– en los subprocesos comprometidos en su consecución:
PRODUCCIÓN TEXTUAL

 
PRODUCCIÓN TEXTUAL

 
Grados de primero a tercero                 Grados de cuarto a quinto
Produzco textos escritos que responden a diversas necesidades comunicativas.
 




Produzco textos escritos que responden a diversas necesidades comunicativas que siguen un procedimiento estratégico para su elaboración.

 
Para lo cual,








•  Determino el tema, el posible lector de mi texto y el propósito comunicativo que me lleva a producirlo.
•  Elijo el tipo de texto que requiere mi propósito comunicativo.
•  Busco información en distintas fuentes: personas, medios de comunicación y libros, entre otras.
•  Elaboro un plan para organizar mis ideas.
•  Desarrollo un plan textual para la producción de un texto descriptivo.
•  Reviso, socializo y corrijo mis escritos, teniendo en cuenta las propuestas de mis compañeros y profesor, y atendiendo algunos aspectos gramaticales (concordancia, tiempos verbales, pronombres) y ortográficos (acentuación, mayúsculas, signos de puntuación) de la engua castellana.

 
Para lo cual,
•  Elijo un tema para producir un texto escrito, teniendo en cuenta un propósito, las características del interlocutor y las exigencias del contexto.
•  Diseño un plan para elaborar un texto informativo.
•  Produzco la primera versión de un texto informativo, atendiendo a requerimientos (formales y conceptuales) de la producción escrita en lengua castellana, con énfasis en algunos aspectos gramaticales (concordancia, tiempos verbales, nombres, pronombres, entre otros) y ortográfi cos.
•  Reescribo el texto a partir de las propuestas de corrección formuladas por mis compañeros y por mí.


 
 
















HERRAMIENTAS BIBLIOGRÁFICAS DE APOYO
A sabiendas de la importancia que tiene la lectura en la formación permanente de un maestro o maestra, y con el propósito de poder compartir una información bibliográfica que pueda servir de referente para la consulta y la profundización en cada uno los temas que se han expuesto a lo largo del documento, a continuación se ofrece una bibliografía básica, que puede ser útil y pertinente para los requerimientos teóricos y metodológicos del área de lenguaje. Por no tratarse de un censo exhaustivo, cada docente del país podrá enriquecerla o transformarla, de acuerdo con sus necesidades y con sus facilidades de acceso a los textos referidos.
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•  Argüello G., Rodrigo (2001) Imaginación, creación y transcreación: una nueva propuesta de lectoescritura creativa. Ambrosía Editores. Medellín.
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•  Baena Z., Luis Ángel (1989) “El lenguaje y la signifi cación”. En: Lenguaje. No. 17. Universidad del Valle. Cali.
•  Baena Z., Luis Ángel (1976) “Lingüística y signifi cación”. En: Lenguaje. No. 6. Universidad del Valle. Cali.
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• Bernárdez, Enrique (1999) Qué son las lenguas. Alianza. Madrid.
• Bernárdez, Enrique (1995) Teoría y epistemología del texto. Cátedra. Madrid.
•  Bonnet, Piedad (2002) “De la literatura por deber y otras aberraciones” En: Escobar, Augusto (Comp.). La pasión de leer. Universidad de Antioquia. Medellín.
•  Bruner, Jerome (1997) La educación, puerta de la cultura. Visor. Madrid.
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OTROS.